viernes, 5 de julio de 2013

El árbol de la felicidad...

Dicen que hay un lugar en el que la felicidad crece en los árboles, donde las cosas más sencillas están en lo más alto, un lugar para soñar  e  ilusionar...en ese lugar vive el árbol de la FELICIDAD...


jueves, 27 de junio de 2013

Ilustración y Libros

Los Libros son mis ojos Mágicos

Hace mucho tiempo, en la antigua India vivía un niño, Kapil. Le encantaba leer y también era muy curioso. Las preguntas se arremolinaban en su cabeza. ¿Por qué era redondo el sol y por qué cambiaba de forma la luna? ¿Por qué crecían tan altos los árboles? ¿Por qué no se caían las estrellas del cielo?
Kapil buscaba las respuestas en los libros de hojas de palmera escritos por venerables sabios. Y leía todo libro que encontraba.
Un día, Kapil estaba entretenido leyendo un libro. Su madre le entregó un paquete y le dijo: —Deja el libro y lleva esta comida a tu padre. Con seguridad tiene mucha hambre.
Kapil se puso de pie con el libro en la mano, tomó el paquete y salió de su casa. Siguió leyendo mientras caminaba por el áspero sendero accidentado del bosque. De pronto, tropezó con una piedra. Trastabilló y se cayó. Su pie comenzó a sangrar. Kapil se levantó y siguió leyendo con la mirada fija en el libro. Una vez más tropezó con una piedra y se dio de narices contra el suelo. En esta ocasión se lastimó mucho más, pero el texto escrito en la hoja de palmera le hizo olvidar su herida.
De pronto, un relámpago iluminó el bosque y se escuchó una risa melodiosa. Kapil miró hacia arriba. Una hermosa dama, vestida con un sari blanco y con la cabeza rodeada por un halo de luz, le sonrió. La dama estaba sentada sobre un elegante cisne blanco. Llevaba un rollo de pergamino luminoso en una mano y sostenía una veena (instrumento musical de cuerdas) en otras dos de sus manos. Extendió su cuarta mano hacia Kapil y le dijo: —Hijo mío, estoy impresionada por tu sed de conocimiento. Te concederé un don. Dime, ¿cuál es tu deseo más profundo?
Kapil parpadeó admirado. Saraswati, la diosa del Conocimiento se encontraba frente a él. Con rapidez, el niño unió las manos, hizo una reverencia y musitó: —Oh, diosa, por favor concédeme un segundo par de ojos en los pies para que pueda leer mientras camino.
—Así sea —lo bendijo la diosa. Tocó a Kapil en la cabeza y se esfumó entre las altas nubes.
Kapil miró hacia abajo. En sus pies pestañeaba un segundo par de ojos. Dio un salto de alegría. Luego corrió por el serpenteante sendero del bosque con la mirada fija en el libro mientras sus pies lo guiaban.
Su amor por la lectura permitió a Kapil crecer hasta transformarse en uno de los hombres más sabios de la India. Era famoso a lo largo y a lo ancho del país por su profunda sabiduría. También recibió otro nombre, Chakshupad, que en sánscrito significa “aquel que tiene ojos en los pies”

martes, 18 de junio de 2013



...La expresión de las emociones más básicas se produce a través de las imágenes...

martes, 15 de enero de 2013

La Mujer en el Arte...

Sabíais que entre los miembros fundadores de la Royal Academy británica en 1768, había dos mujeres...

Angelica Kauffmann y Mary Moser, integrantes activas del grupo de pintores que sirvió de base para la constitución de la Royal Academy. Angelica Kauffmann, célebre pintora asociada a la corriente decorativa y romántica del clasicismo, fue saludada a su llegada a Londres en 1766 como sucesora de Van Dyck. Mary Moser era hija de un famoso esmaltador suizo, elegante pintora de flores y una de los dos únicos pintores de ese género aceptados por la Royal Academy .


Cuando se expuso el retrato de los miembros de la Royal Academy, estas mujeres no aparecían como el resto de artistas masculinos en torno a los modelos masculinos. No había lugar para las dos académicas en la discusión sobre arte que allí tenía lugar. A las mujeres les estuvo  vedado el acceso a la práctica del dibujo del natural (con modelo desnudo), que constituía la base de las enseñanzas académicas y de la representación desde el siglo XVI y XIX.

Estas dos artistas aparecerían retratadas en dos cuadros colgados en la pared pasando así a ser objetos de arte en lugar de productoras.